El acordeonero preferido de Gabo
Las coincidencias. Julio Rojas fue dos veces Rey Vallenato (1983 y 1994) y dos veces fue operado de corazón abierto.
El acordeonero aguantó millones de parrandas, pero su corazón no aguantó más intervenciones. Murió este lunes en la madrugada como consecuencia de una afección cardíaca. Falleció en su residencia de Barranquilla.
Y otra coincidencia. Buendía, ese es el segundo apellido de Julio, el mismo apellido que Gabriél García Márquez le puso a Aureliano, uno de los personajes icónicos creados por el Nobel colombiano.
“El personaje donde más puso Gabo su propio pellejo, su historia, su alma: el coronel sublevado es en muchos aspectos el único que contiene a García Márquez, el niño que se asombra al conocer el hielo, que se recluye en su casa para hacer pescaditos de oro (en el caso del escritor, escribir monumentos literarios como “Cien años de soledad”), en el personaje histórico que quiere ir por mil batallas”, reseña Alejandro Millán Valencia en la BBC.
La conexión. Julio Rojas Buendía se consolidó como el acordeonero preferido de Gabo. “Si va a tocar Julio, voy; si no es él, que no cuenten conmigo”, solía decir Gabo a sus allegados cuando lo invitaban a las parrandas, según cuenta El Tiempo.
Agrega: “La amistad surgió porque, según Gabo, el acordeonero lo había sacado de un gran apuro en el festival. Resulta que los contrincantes de Rojas Buendía, con apenas 20 años de edad, eran grandes juglares como Andrés Landero, Náfer Durán y Ovidio Granados, así que para el jurado conformado por Enrique Santos Calderón, exdirector de El Tiempo, Rafael Rivas Posada, Miguel López y Leandro Díaz, además del recién galardonado con el Nobel de Literatura, la cosa no era tan fácil. A la semana siguiente del triunfo, Rojas Buendía recibió una llamada de Mercedes Barcha, quien de inmediato le pasó a Gabo.
“Me sorprendí porque lo primero que hizo fue darme las gracias, y yo no sabía por qué. Me dijo que le había quitado un peso de encima al tocar muy bien en esa oportunidad y así salir del embrollo que tenían en la cabeza con tanto acordeón bueno participando”.
Después de ese encuentro, Rojas tocó en más de 30 oportunidades para el nobel en diferentes escenarios, pero la mayoría fue en la casa de Gabo en Cartagena. La primera fue en Bogotá.
Julio Rojas Buendía, nacido en San Juan Nepomuceno el 29 de julio de 1959 se cotizó. Gabo lo quería en todas sus parrandas, pero Enrique Santos, exdirector de El Tiempo, también.
“Vente para acá y deja a Enrique Santos quieto, que él va a entender”, le dijo Gabo. “No le pares bolas a Gabito, y vente para acá, que él ya tendrá más tiempo para parrandear contigo”, le dijo el exdirector del medio de comunicación. Julio fue a ambas parrandas.
A Gabo, Rojas no cobraba por sus parrandas, sin embargo, Mercedes Barcha, la esposa del escritor, se las arreglaba para darles el dinero que el músico no quería recibir.
“Nunca le cobraba, pero Mercedes, que era la que manejaba la plata, insistía en que nos tenía que pagar. Una vez me metió la mano al bolsillo, y cuando estaba en la casa fue cuando me di cuenta de que me había dado 3 millones de pesos, un platal en esa época”, recordó el acordeonero.
De tanto parrandear con el Nobel colombiano, Rojas supo, de primera mano, cuáles eran las canciones del escritor. Jaime Molina, de Escalona, y Mercedes, de Adolfo Pacheco.
Rojas Buendia se inició en el acordeón desde los 13 años, la primera vez que participó en el festival de La Leyenda Vallenata fue como acompañante con el acordeón a Octavio Daza cuando participó y ganó la canción inédita con ” Río Badillo”.
Julio Rojas vivía en unión libre con la madre de sus hijos: Julio Alejandro, Julio Alfonso, Julio Mario y Julio Cesar y ya todos tocan acordeón.
Este fin de semana recibió un homenaje del Festival Distrital de Música de acordeón en Barranquilla.