Édgar Cortés Uparela
En la década de los 70 irrumpió Adolfo Pacheco en el ámbito musical colombiano con una oda a la nostalgia llamada “El viejo Miguel”. En ella, Adolfo se lamenta de que… ya no tocará la banda “El perro de Petrona”, todo el mundo celebraba “El viejo Miguel”, pero casi nadie se daba cuenta de la canción a la cual se refería el compositor.
Por aquellos días, en una fiesta familiar en Bogotá, tuve en mis manos la grabación de “El perro de Petrona” en un disco de78 revoluciones; lo reconocí y lo escuché, pero no me fue posible obtenerlo ni copiarlo, entonces lo olvidé. Hace un par de años, a raíz de un programa de radio con Edilberto y Leonel Benítez, referentes como percusionistas de las primeras épocas de los conjuntos de Alfredo Gutiérrez y Los Corraleros de Majagual, ellos me facilitaron un material discográfico para el programa mencionado; cuando revisaba el contenido encontré que inadvertidamente habían incluido un disco con la leyenda “Saumet y sus plateños”. Podría decir que de manera fortuita, Saumet me encontró a mí.
No acababa de celebrar mi hallazgo cuando Luis Fernando Martínez, historiador musical cartagenero, me habló de que había tratado inútilmente de conseguir el tema “El perro de Petrona” para Juancho Torres, quien pretendía montarlo en su big band; le conté que lo tenía, y no solo entregué copia a Luis Fernando, sino también a Rodrigo Rodríguez, ganador de un Grammy en 2012, quien publicó una buena versión del tema. Con la música de Saumet y la complicidad de algunas amistades de Plato, Magdalena, viajé a esa tierra con el propósito de conocer detalles sobre la vida y la obra de Manuel Salvador Saumet Núñez, su nombre completo. Me sorprendió que los amigos se habían tomado muy enserio lo de Saumet, de manera que encontré organizada una reunión con la presencia de Armando y Eloísa, hijos de Saumet; su sobrino Óscar Saumet Alfaro; algunos músicos que integraron la agrupación de Saumet, como el cantante Eladio Segundo Pacheco Camargo, apodado Pachequín; Víctor Camacho Marchena, trompetista; además, la ingeniera Ana Cecilia Vega, el empresario Ramón Amador, el ingeniero y columnista de El Informador de Santa Marta, Édgar Castro, y Darío Bolaños, periodista e historiador.
En el curso de la charla, salió a relucir que el centro de convenciones de Plato lleva el nombre del maestro Saumet, de manera que se me hizo claro el referente cultural que constituye en su pueblo natal. La historia se remonta al siglo antepasado, cuando un inmigrante francés, de origen árabe, llamado Manuel Saumet llegó a Cartagena, buscando mejorar su futuro en tierras americanas. De él desciende Sixto que, a su vez tuvo a Manuel Salvador el 19 de julio de 1904, nuestro protagonista, quien fue llevado por su padre a El Carmen de Bolívar para que estudiara con el maestro José Vicente Caro, uno de los mejores músicos de los Montes de María.
Años más tarde, atraído por la situación boyante de Aracataca convertida en tierra de promisión por los sembrados de banano, conformó allá la banda Santa Cecilia, con Lucho Bermúdez y Víctor Pertuz, entre otros. La situación social se tornó difícil en Aracataca a raíz de los sucesos que desencadenaron la Masacre de la Bananeras, ocurrida en 1928, así que nuestros músicos salieron de allá y tomaron caminos diferentes: Lucho, se fue a Cartagena, donde ingresó a la Banda Departamental de Bolívar Pertuz viajó a radicarse en Santa Marta, y Saumet regresó a Plato. Sin abandonar la música, Manuel Salvador Saumet Núñez se dedicó al oficio de carpintero, en el cual sufrió un accidente que le hizo perder su ojo izquierdo. Procreó en su tierra natal trece hijos: siete con Candelaria González y seis con Eloísa Alfaro. Como indicamos, Manuel Saumet siguió ejerciendo el arte musical en las bandas de Sócrates Saballet, primero, y luego en la de Julio Cardoza. A finales de los 40, Saumet decidió conformar su propia banda; de esta manera nació “Armonías del Carmen”, nombre que obedecía a su devoción por la virgen del Carmen.
Cabe anotar que Manuel Saumet tenía un gran fundamento musical, ya que, además de leer y escribir música, tocaba varios instrumentos además de la trompeta, como piano, violín y saxo, y conocía bastante de percusión. Con motivo de la Fiesta del Petróleo, fue invitado a tocar en Casabe, uno de los campos petroleros más importantes de entonces, bajo la condición de presentarse con formato de orquesta. Le comentó la situación a su amigo Wilson Choperena, gran cantante, quien buscó el refuerzo musical necesario para cumplir el compromiso. Tomaron el nombre artístico de “Saumet y sus muchachos”. El cantante de la agrupación de Manuel Saumet era Eladio Pacheco, apodado Pachequín. A sus 89 años desempolvó sus recuerdos y nos dijo los nombres del resto de los integrantes de la banda: Manuel Saumet, trompetista y director; Rigoberto Padilla y Fernando Olivera, trompetas; Arquímedes Fonseca y Heriberto Padilla, clarinetes; José Manuel Buelvas, “Boca e nene”, bombardino; Miguel García, bombo; Eladio Mojica, platillos, y Miguel Ramos, redoblante.
Manuel Saumet tenía un pariente llamado Manuel Alfaro Saumet quien contaba con el aprecio de Emilio Fortoú, dueño de Discos Tropical de Barranquilla. Con una gran fe en las virtudes musicales de Saumet y su grupo, Alfaro logró convencer Fortoú para que desplazara sus técnicos hasta Plato a grabar algunos temas de “Saumet y sus plateños”, como decidieron llamar al grupo para la grabación. El clarinetista Arquímedes Fonseca, estrella del grupo por su calidad interpretativa, se negaba a grabar aduciendo que no estaban preparados aún para este fin. Luego de vencer esta y otras resistencias, decidieron grabar algunos temas, como “El perro de Petrona” (porro), “La mocha” (puya), y el mencionado pasillo “Lágrimas de una madre”, compuesta por Saumet en honor a Cristina Núñez, su madre.
La grabación se hizo en casa de Abraham Akle. En el lapso de los años 57 y 58, Discos Tropical grabó más de una veintena de temas a “Saumet y sus plateños”. Entre los temas grabados más celebrados de “Saumet y sus plateños” están “Ruth Fonseca”, de la autoría de José del Carmen Molina, apodado “Caribona”; una puya de Arquímedes Fonseca titulada “La Mocha”, en la cual el autor alardeó de su maestría con el clarinete; también grabaron “La Maestranza”, cuya autoría atribuyen al trompetista Rigoberto Padilla. Pero quizás los temas más trascendentes de las grabaciones de “Saumet y sus plateños”, además de “Lágrimas de una madre” y “El perro de Petrona”, fueron “Todo es engaño” de Manuel Saumet y “Ensueños del Magdalena”, de Rosita Buelvas, los cuales también fueron grabados por el conjunto de Gunter Witz. En uno de los catálogos de Discos Tropical están las reseñas de dos discos de 45 revoluciones: el número 5446, de Saumet y sus Plateños, que incluye “Ensueños del Magdalena” y “Lágrimas de una madre”; y el número 5483, del Conjunto de Gunter Witz, con “Ensueños del Magdalena” y “Todo es engaño”, de la autoría de Manuel Saumet y de Rosita Buelvas, ambos distribuidos por el sello Charly Records, que los tiene en su catálogo de ventas por internet.
Cuando me dijeron el nombre de la autora de “Ensueños del Magdalena”, me sorprendí porque siempre tuve como su autor a Manuel Saumet. Rosita Buelvas era una plateña de origen humilde, residente en el antiguo barrio Culebra, hoy San Rafael, famosa por su gran habilidad para bailar el vals. Procreó dos hijos llamados Adalberto y Antonio, los cuales inspiraron su famosa melodía Ada y Toño. Hugo y José Manuel Buelvas, sus sobrinos, buen guitarrista el primero y ejecutante del bombardino el segundo, integraron el grupo musical “Saumet y sus plateños”. El maestro Manuel Salvador Saumet Núñez murió el 11 de noviembre de 1973 y el recuerdo de su obra es poco. Sin embargo, los genes nunca se pierden, están ahí, en la descendencia. En el año 2005 nació en Bogotá “Bomba Estéreo”, grupo que fusiona la música electrónica, el rock, el reggae y el rap con aires de la región Caribe de Colombia, como la cumbia y la champeta. Un año después lanzaron su primer álbum y se ganaron el reconocimiento nacional; su segundo trabajo los llevó a los escenarios y medios internacionales más importantes, por lo cual es elegida en 2010 como la mejor nueva banda del mundo; por este mismo álbum ganaron Disco de Oro por sus ventas. Durante 2013 la banda Bomba Estéreo fue nominada para el Grammy latino como Mejor Álbum de Música Alternativa.
Ha participado en importantes festivales internacionales y su obra ha sido reseñada por los medios especializados más relevantes del mundo, como la revista Rolling Stone, y los periódicos The New York Times y The Washington Post, entre otros. En la celebración de los Grammy latinos 2015, presentaron el show más esperado de la noche, al interpretar el tema “Fiesta” al lado del actor y cantante Will Smith. Recientemente la banda se logró consolidar en la escena internacional con “Amanecer”. Dondequiera que se encuentre Manuel Saumet, estará disfrutando como propio el reconocimiento internacional que tiene Li Saumet, vocalista de Bomba Estéreo.